Hoy es para mí un buen día para hablar de GRATITUD.
Son casi las 7 de la mañana y he conseguido levantarme sin que mi pequeño terremoto venga detrás de mí. Estoy en uno de mis lugares favoritos del mundo. Está amaneciendo y la luz no puede ser más bonita. La temperatura todavía es fresca y hay un silencio que reconforta. Aquí y ahora me siento de repente en paz con el mundo entero y profundamente agradecida.
Me disponía a trabajar antes de que el trajín empiece en esta casa. Pero, café en mano, me pongo delante del papel en blanco y decido recrearme un poco más en esta emoción.
Porque todos tenemos esos momentos en los que sientes que eres capaz de ver con claridad todas las cosas que tienes por las que deberíamos sentirnos agradecido. Lo que ocurre es que es una emoción que, muchas veces, pasa de largo porque se ahoga entre los cientos de estímulos que nos rodean cada día; el trabajo, la casa, los niños, los plazos, las listas interminables de cosas que hacer… Sin embargo creo que es una emoción que merece toda nuestra atención y que vale muchísimo la pena que hagamos un esfuerzo por cultivarla ya que tiene un enorme poder en nuestro estado de ánimo y en nuestra percepción de la felicidad. Porque si hay algo de lo que estoy completamente convencida es de que cuanta más gratitud experimentas en tu día a día más feliz eres / te sientes.
«La felicidad no es lo que nos pasa,
sino como interpretamos lo que nos pasa».
En esta época estival nos resulta quizá más fácil encontrar estos momentos, verdad? Estamos más relajados, con menos urgencias, menos horarios y coleccionamos cientos de momentos deliciosos. Pero el reto está en hacer el esfuerzo de tenerla presente cada día, todos los días del año… también cuando las cosas se complican.
Hace muchos años que descubrí una herramienta muy útil para cultivar la Gratitud. Se trata de un «Diario de Agradecimientos» que no es más que un cuaderno en el que registrar cada día 5 cosas por las que estás agradecida. Yo empecé a hacerlo cuando lo descubrí y lo he mantenido siempre en mi vida de manera intermitente. Puedo dar fe de que, hacerlo con cierta continuidad, tiene efectos muy positivos (especialmente cuando empiezas a ver cómo se llenan las páginas de tu cuaderno con sentimientos felices y reales).
El Diario de Agradecimientos es una herramienta muy sencilla que te permitirá incorporar la gratitud como hábito en tus rutinas diarias.
Se puede hacer por la noche, antes de ir a la cama, como balance del día que hemos pasado. O también por la mañana, como una muy buena manera de empezar el día, enfocado y con mucha energía positiva.
Es cierto que hay días en los que se te ocurren miles y no sabes cuál elegir y hay otros días en los que escribir 5 te parece toda una hazaña. Éstos últimos son los más importantes porque encontrarlos cuando has tenido un día gris tiene muchísimo más valor.
«Pensar en cosas que agradeces te obliga a centrarte en aspectos positivos de tu vida. Este simple acto incrementa la producción de serotonina en la corteza cingulada anterior» Alex Korb, neurocientífico y autor de The Upward Spiral
Al final es una cuestión de foco y nos ayuda a concentrarnos en las cosas que Sí que funcionan en nuestra vida y esto, sin duda nos regalará muchas más sensaciones de felicidad.
Os dejamos, a continuación, una serie de reflexiones que os pueden servir para empezar a hacer vuestros agradecimientos diarios.
Esperamos que os haya gustado y os animéis a probar el poder de la Gratitud para cambiar vuestro día a día.
